Hoy, en el mismo lugar,
siguen los fantasmas
de mi
cálido hogar.
Tenue es
el aire y sus cantos,
porque suaves son
tu voz y tu encanto.
En el verde
jardín de mis anhelos,
dulces me saben
las nubes de tus besos.
Trago a traguito,
como té en su taza,
paciente esperó
tu regreso a casa.
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