sábado, 20 de febrero de 2010

cueva de hielo

Te presto mi cueva de hielo para cuando tengas malos sueños. Aquí el tiempo se puede detener para cuando necesites pensar. Del frío no te preocupes, tengo una fogata de sabanas y edredones que calienta bastante bien. Cuando hace más frío por alguna corriente del aire indiferente de la ciudad, basta con echarle una colcha o una almohada extra, con eso la lumbre revive. Si gustas, hasta podemos cocinar.En verdad que es un buen fuego, lleno de pasiones pero vivo de amor. En tan solo instantes transforma lo crudo en un deleite. Solo necesitamos un bouquet garni, unas verduras de mi tarea, una oda al pan -este se calienta con tu voz-, y por ultimo, para hacer un platillo inmortal, lo montamos sobre una cámara -lo aprendí de mi gran maestro de fotografía creativa- y lo decoramos con los Cientos de colores que hacen sentir tus fotografías. El platillo más hermoso, la gama es infinita. Esta vida es un verdadero placer comiendo junto a ti.
Para el piso de nieve, tengo un secreto, con un abrazo, cierras bien los ojos y ¡adiós gravedad! Es posible volar en los brazos de quienes amas.
Así que ya sabes, cuando necesites refugio de los gritos, de la gente que no saluda, de la mala obra de los títeres de la ciudad; aquí tienes mi cueva de hielo que con sus paredes y mis brazos siempre te vamos a cuidar.

TE AMO.

lunes, 12 de octubre de 2009

el primer paso

A medida que mi pie limaba con anhelos el piso del cuarto, la loza, extaciada por los primeros pasos de día, parecia transformarse en arena. El sol, apenas comenzaba a templar mis pupilas y ya podia ver al viento cumpliendo con su rutina diaria: sanar las heridas de las tierras que padecieron de historia. Que comprehensivo es aquel que motiva a las nubes. "¿Por donde me llevara a mi?" Seguía transformando mis sueños en sensaciones y significados. La flor, su nectar, el colibrí, su desayuno; cambio de enfoque y miro un poco más cerca: la luz, su universo de pelusa, mi recamara, Yo. . . "Buen día Realidad".
Inerte, suspendido en la falsa progresión del tiempo; alucinado por el insaciable confort de mis recuerdos: oscilaba mi Alma en el porvenir de la existente leyenda, embrión de mi propia fantasía.

Y así comenzó mi viaje, antes de los 20... antes de una nueva vida, de mi primer amor. 

martes, 26 de mayo de 2009

Casi

Hoy, comencé el día como casi todas las mañanas de mi vida, abrí los ojos. Digo casi, porque hay noches cuando ni siquiera los cerramos. Creemos que es mejor evadir la noche, prolongando el momento de desgajar la existencia, por lo menos la propia. A veces es difícil digerir la realidad. Pero este no es el caso, por lo menos no lo fue ayer cuando decidí regalrme un poco de sueño; hoy, no lo sé, quedan muchos soles, apenas son las diez. Casi es la hora de aquel fúnebre día cuando mi teléfono indicaba una llamada perdida. Casi, que vulgar expresión. Tan vulgar que es corriente, y tan corriente que está llena de posibilidades. Porque parecer ser que corrientes somos la mayoría, y de lo otro, bueno, asumo que son menos. Vaya palabra, si no fuera de tinta podría pronunciarse sola. Pero ¿qué posibilidades implica la vulgaridad de esta palabra? Es bastante sencillo, todas. Claro, omitiendo el hecho real; el cual es resultado de cuanto debió haber sucedido pero no se concreto. Cuando alguien fallece, nos queda por asumir que si todavía estuviera aquí, todo sería posible. Sucede igual con la palabra "casi". Su existencia implica la muerte súbita de un verbo o el intento fallido de una acción. Por ejemplo, - y aquí regresa a su forma más corriente, la cotidianidad -: "Casi entra a la carrera", "Casi me besa (o ¿debí haber sido yo?)", "Es casi como si siguiera aquí". Pues sí, casi pasa todo esto. ¿Qué nos queda por pensar? Todo lo que falto para que ese Jodido "casi" ¡no existiera! Nuestras oraciones dejarían empezar igual y nos llenaríamos de orgullo al escuchar la pregunta ¿Que paso?: "¡No hubo mejor examen que el de ella!", "Me dejo sin aliento", "Que bueno que pudiste llegar, ya te extrañaba".
Hoy en la mañana, me puse un poco triste y me arrepentí de todos los "casis" que deje nacer. Pero abrí los ojos, y me di cuenta que solo existe una manera de levantarse día a día sintiéndose honrado de ser quien se es, y es creando de la infinidad de posibilidades, una inmutable realidad.