A medida que mi pie limaba con anhelos el piso del cuarto, la loza, extaciada por los primeros pasos de día, parecia transformarse en arena. El sol, apenas comenzaba a templar mis pupilas y ya podia ver al viento cumpliendo con su rutina diaria: sanar las heridas de las tierras que padecieron de historia. Que comprehensivo es aquel que motiva a las nubes. "¿Por donde me llevara a mi?" Seguía transformando mis sueños en sensaciones y significados. La flor, su nectar, el colibrí, su desayuno; cambio de enfoque y miro un poco más cerca: la luz, su universo de pelusa, mi recamara, Yo. . . "Buen día Realidad".
Inerte, suspendido en la falsa progresión del tiempo; alucinado por el insaciable confort de mis recuerdos: oscilaba mi Alma en el porvenir de la existente leyenda, embrión de mi propia fantasía.
Y así comenzó mi viaje, antes de los 20... antes de una nueva vida, de mi primer amor.